La atracción del talento humano, siempre ha sido una de las misiones más importantes y decisivas para las organizaciones, ya que es evidente que el “know how” de las organizaciones se encuentra en sus personas. Cuando se ejecutan estrategias de búsqueda y selección / reclutamiento se tienen premisas e identificación de ciertas características, tales como: profesional altamente calificado, con experiencia en el hacer y ajuste al cargo, generador de ideas nuevas, habilidades de liderazgo, fluidez tecnológica, capacidad de trabajo en equipo y sobretodo comprometido y alineado con los objetivos de la organización.
En ocasiones, al hablar de talento pensamos que significa tener éxito o alcanzar grandes triunfos en edades tempranas. Y no siempre es así, el talento es una aptitud que se fortalece individualmente, y que puede estar presente a lo largo de toda la vida. Es un todo en el que se mezclan conocimientos, actitudes, habilidades y que llega a su punto de maduración en diferentes etapas de la vida, de acuerdo a las vivencias de la persona, como: oportunidades de formación, experiencias laborales, relaciones personales y familiares.
Si hablamos de las generaciones más jóvenes, podemos verlos como instrumentos impulsores del cambio, son optimistas y capaces de enfrentar cualquier reto profesional. Por otro lado, los candidatos más adultos, en “muchas” ocasiones son relegados, por su superficial conocimiento de herramientas, recursos y entornos digitales, pero finalmente el conocimiento de las herramientas es algo que se puede adquirir a través de formación y uso; y adicionalmente el ecosistema digital no solo se concibe como herramientas sino también como una transformación de mentalidad y hábitos canalizados a lo virtual. Los candidatos más adultos poseen además, virtudes como la reflexión, sentido común, realismo, responsabilidad y en general experiencia en sus campos de conocimiento.
Comprendemos que la transformación digital se acelera cada día más, y nos toca a todos, para adecuarnos a ella, necesitamos en general un cambio de mentalidad, y una correcta sincronía con la innovación. Lo importante para la eficiente ejecución de las labores, en los cargos, es el talento no la edad, es por esto que cada generación tiene sus valores, sus situaciones personales concretas y sus propias ventajas. Se debe contratar no en función de la edad de la persona sino en función del talento. El reto a hoy día, es comprender las diferentes generaciones y obtener de ellas su máximo potencial.
Por: Equipo MENTIS Consultants