Se acerca el 2019 y la empresa colombiana se prepara para una nueva alza de salarios. Aunque el aumento del mínimo como es costumbre en el país no se conocerá sino hacia finales de este año, la ANIF ha recomendado al presidente Duque un incremento del salario mínimo no mayor al 4%, resultante de una inflación cercana al 3.5% y unas ganancias en productividad no superiores al 0.5%.
Según un artículo publicado por el diario El Tiempo, se prevé que los salarios de la industria nacional tendrán un aumento promedio de 4,4 por ciento, aunque variará dependiendo de los diferentes sectores económicos.
De acuerdo al ‘Estudio salarial y de tendencia en gestión humana, Total Rewards 2019 realizado por la firma Human Capital, el área que mayor incremento salarial tendría en 2019 es el de los hidrocarburos con un 5.4 por ciento, seguido de los sectores financiero y el químico farmacéutico, que presentarían alzas del 5,2 por ciento y 5 por ciento, respectivamente. Según el análisis de la firma consultora, “a pesar de que la mayoría de industrias se mantendrán en el 4,4, hay algunas que estarían por debajo. Este es el caso de la educación y la salud, cuyos aumentos serían del 4 por ciento y 3,3 por ciento respectivamente”.
El estudio realizó un análisis sobre el comportamiento de los incrementos salariales en 2018, en el que se encontró que los presidentes de las empresas en el país ganaron 32 veces más que los empleados que ocupan posiciones operativas. Algunas de las causas de esta enorme brecha se deben, según el análisis, a las diferencias en materia de preparación y experiencia. Se encontró además que el promedio salarial mensual de la alta gerencia en Colombia es de $ 66’757.000 y el de la gerencia media es $ 20’081.000.
Vale decir sin embargo que la tendencia del mercado actual se está moviendo hacia esquemas salariales menos rígidos y más a la “talla” de cada individuo. Hoy se habla del salario emocional, es decir una remuneración que no es totalmente monetaria, sino que se complementa con otro tipo de beneficios orientados a lograr un balance entre la vida privada y la laboral.
De acuerdo a Human Capital, “se está dando paso a modelos salariales mucho más ambiciosos e innovadores, representados en esquemas flexibles que dan respuesta al clamor de estas nuevas generaciones que andan en la búsqueda de su felicidad y por lo mismo en la exploración de alternativas laborales que los ayuden a lograr sus objetivos personales”.
En muchos casos este concepto de remuneración se concentra menos en el cuánto y se fija en el cómo pagar. La personalización y la sostenibilidad, son criterios fundamentales a la hora de definir la estrategia retributiva.
Por: Roselena Greiffenstein.